Leyendo el título de esta entrada os podeis
imaginar de qué trata el tema de hoy...Sí, las bodas.
No, no me casé yo xD (que algunos estais muy
pesaitos con el tema de que voy a acabar casándome aquí xDDDDD)
Hace un mes mas o menos, tuve la oportunidad de
asistir a mi primera boda en Irlanda. Mi novio (el cual no asistía a una boda
desde que tenía 12 años) y yo (que no soy de aquí) no teníamos ni idea de cómo
iba a ser todo esto, pero bueno, después de esta experiencia, tenía ganas de
contaros todo con pelos y señales J
Lo primero de todo, decir que una boda
irlandesa tiene similitudes y diferencias con las bodas españolas y… las
diferencias son a peor xD pero bueno,
vamos por partes:
Se casaba un amigo de mi novio. Tanto él como
su prometida no querían una boda católica, por lo que la ceremonia y el convite
se celebraría en un hotel (not baaaad).
Tuvimos que salir de Manorhamilton sobre las
12 para ir con tiempo, ya que por los alrededores de Galway se forman muchos
atascos. Llegamos al bed&breakfast donde íbamos a pasar la noche y nos
cambiamos de ropa y, a pesar de haber salido con tiempo, íbamos con la hora
pegada al culo.
fuuuuuuuuuuuuuuuck!!! >.<
Y si, primera cagada: ¡¡¡llegamos tarde!!! Mi novio,
un amigo suyo y yo llegamos diez minutos después de que la boda comenzase. A diferencia de las bodas españolas, donde
abres la puerta del recinto donde se celebra algo y TODOS te miran cuando
chirría la puerta, en este caso nadie miró, así que entramos sin hacer ruido y
nos quedamos en un rincón. La mujer que oficiaba la boda dio un discurso y los
novios (primera americanada del día) leyeron sus votos. Al final de la
ceremonia, los invitados se hacían fotos con los novios y tras ello, bajamos al
restaurante a tomar algo (cuando digo “algo” me refiero a cerveza).
slainte!
Un par de horas después, volvimos al lugar
donde se había celebrado la boda, esta vez para cenar. Me resultó muy original
la forma en que habían organizado las mesas. Cada mesa tenía un nombre de una
película y a los amigos del novio nos tocó sentarnos en la mesa “Jaws” (en
español, la peli “Tiburón”).
La cena es más menos como las cenas de bodas
en España: un entrante, una sopa de primer plato, un segundo plato (a elegir
entre chuletón o salmón) y un postre. Eso sí, como en todas las comidas / cenas
irlandesas no pueden faltas los “mashed potatoes” y las verduras!! También
había vino (español, por cierto) y cerveza. Durante la cena, todo el mundo
comía “en silencio” y en paz. Con esto quiero decir que no se decía nada del
tipo “que se besen los novios” (supongo que eso es muy español) xDDDD. Pero
bueno, en general lo pasamos muy bien y la cena estaba riquísima!! Eso sí, el
plato estrella fue una fondue con nubes, fresas y trocitos de plátano al final
de la noche!
yuuuuuum!!
Tras la cena, llegó el momento de los
discursos (otra americanada). El “presentador” era uno de los siete hermanos
del novio (sí, siete hermanos tiene) y era el que recorría el salón con un
micrófono para que la gente se animase a dar un discurso. Empezó el padre de la
novia, un señor mayor el cual se le notaba cierto nerviosismo. El padre del
novio, por su parte, estaba en toda su salsa. Me contaron que era
político y que pertenecía al partido republicano irlandés, por lo que tenía
mucha labia al hablar en público. Su discurso fue el más divertido ya que soltó
cosas como estas:
“Os voy a contar algo y como político, diré la
verdad”
“Mi hijo tenía una tortuga, dijo que iba a
cuidar de ella y… ¿sabeis donde vive él? En Galway. ¿y sabeis donde vive la
tortuga? En Main Street, Manorhamilton, condado de Leitrim”.
¡Tanto los padres como los hermanos y los
propios novios contaron anécdotas graciosísimas! La verdad es que fue un buen
momento (y yo que pensaba que eso de los discursos iba a ser un coñazo…)
Para finalizar, pusieron un vídeo de unos
familiares que se encontraban en Australia y que no habían podido ir a la boda.
Era una pareja con un bebé de unos meses y bueno, esa parte fue muy emotiva (me
recordaba a mi viviendo en Irlanda e incapaz de estar con mi familia en momentos
importantes)....
Tras la cena y los discursos, tocaba la BARRA
LIBREEEEEEEEEEE!!!!
unx unx unx unx!!
Pero después descubrí que no había barra libre, que
las bebidas se pagaban aparte………
¡Esa parte de la boda me decepcionó un montón!
Aunque luego me di cuenta que a los irlandeses les da igual, se van a hinchar a
beber de todos modos…
Así que nada, entre los bailes, la música en
directo de una banda y la cerveza, acabamos bastante afectados (unos más que
otros). El novio acabó en el suelo haciendo flexiones y mi novio sin corbata y
descamisado.
En fin, fue una gran noche que no olvidaré
nunca porque la gente, aun no conociéndome, se acercaban, me preguntaban que
qué tal todo, etc. En resumen, me trataron como si me conocieran de toda la
vida y cosas como esas se agradecen cuando estás lejos de casa J
Presiento que va a ser un buen año!