jueves, 31 de octubre de 2013

Yo os declaro marido y mujer.

Leyendo el título de esta entrada os podeis imaginar de qué trata el tema de hoy...Sí, las bodas.

No, no me casé yo xD (que algunos estais muy pesaitos con el tema de que voy a acabar casándome aquí xDDDDD)



Hace un mes mas o menos, tuve la oportunidad de asistir a mi primera boda en Irlanda. Mi novio (el cual no asistía a una boda desde que tenía 12 años) y yo (que no soy de aquí) no teníamos ni idea de cómo iba a ser todo esto, pero bueno, después de esta experiencia, tenía ganas de contaros todo con pelos y señales J

Lo primero de todo, decir que una boda irlandesa tiene similitudes y diferencias con las bodas españolas y… las diferencias son a peor xD  pero bueno, vamos por partes:

Se casaba un amigo de mi novio. Tanto él como su prometida no querían una boda católica, por lo que la ceremonia y el convite se celebraría en un hotel (not baaaad).

Tuvimos que salir de Manorhamilton sobre las 12 para ir con tiempo, ya que por los alrededores de Galway se forman muchos atascos. Llegamos al bed&breakfast donde íbamos a pasar la noche y nos cambiamos de ropa y, a pesar de haber salido con tiempo, íbamos con la hora pegada al culo.
fuuuuuuuuuuuuuuuck!!! >.<


Y si, primera cagada: ¡¡¡llegamos tarde!!! Mi novio, un amigo suyo y yo llegamos diez minutos después de que la boda comenzase.  A diferencia de las bodas españolas, donde abres la puerta del recinto donde se celebra algo y TODOS te miran cuando chirría la puerta, en este caso nadie miró, así que entramos sin hacer ruido y nos quedamos en un rincón. La mujer que oficiaba la boda dio un discurso y los novios (primera americanada del día) leyeron sus votos. Al final de la ceremonia, los invitados se hacían fotos con los novios y tras ello, bajamos al restaurante a tomar algo (cuando digo “algo” me refiero a cerveza).

slainte!


Un par de horas después, volvimos al lugar donde se había celebrado la boda, esta vez para cenar. Me resultó muy original la forma en que habían organizado las mesas. Cada mesa tenía un nombre de una película y a los amigos del novio nos tocó sentarnos en la mesa “Jaws” (en español, la peli “Tiburón”).
La cena es más menos como las cenas de bodas en España: un entrante, una sopa de primer plato, un segundo plato (a elegir entre chuletón o salmón) y un postre. Eso sí, como en todas las comidas / cenas irlandesas no pueden faltas los “mashed potatoes” y las verduras!! También había vino (español, por cierto) y cerveza. Durante la cena, todo el mundo comía “en silencio” y en paz. Con esto quiero decir que no se decía nada del tipo “que se besen los novios” (supongo que eso es muy español) xDDDD. Pero bueno, en general lo pasamos muy bien y la cena estaba riquísima!! Eso sí, el plato estrella fue una fondue con nubes, fresas y trocitos de plátano al final de la noche!


yuuuuuum!!

Tras la cena, llegó el momento de los discursos (otra americanada). El “presentador” era uno de los siete hermanos del novio (sí, siete hermanos tiene) y era el que recorría el salón con un micrófono para que la gente se animase a dar un discurso. Empezó el padre de la novia, un señor mayor el cual se le notaba cierto nerviosismo. El padre del novio, por su parte, estaba en toda su salsa. Me contaron que era político y que pertenecía al partido republicano irlandés, por lo que tenía mucha labia al hablar en público. Su discurso fue el más divertido ya que soltó cosas como estas:

“Os voy a contar algo y como político, diré la verdad”
“Mi hijo tenía una tortuga, dijo que iba a cuidar de ella y… ¿sabeis donde vive él? En Galway. ¿y sabeis donde vive la tortuga? En Main Street, Manorhamilton, condado de Leitrim”.

¡Tanto los padres como los hermanos y los propios novios contaron anécdotas graciosísimas! La verdad es que fue un buen momento (y yo que pensaba que eso de los discursos iba a ser un coñazo…)
Para finalizar, pusieron un vídeo de unos familiares que se encontraban en Australia y que no habían podido ir a la boda. Era una pareja con un bebé de unos meses y bueno, esa parte fue muy emotiva (me recordaba a mi viviendo en Irlanda e incapaz de estar con mi familia en momentos importantes)....

Tras la cena y los discursos, tocaba la BARRA LIBREEEEEEEEEEE!!!!

unx unx unx unx!!

Pero después descubrí que no había barra libre, que las bebidas se pagaban aparte………



¡Esa parte de la boda me decepcionó un montón! Aunque luego me di cuenta que a los irlandeses les da igual, se van a hinchar a beber de todos modos…

Así que nada, entre los bailes, la música en directo de una banda y la cerveza, acabamos bastante afectados (unos más que otros). El novio acabó en el suelo haciendo flexiones y mi novio sin corbata y descamisado.
En fin, fue una gran noche que no olvidaré nunca porque la gente, aun no conociéndome, se acercaban, me preguntaban que qué tal todo, etc. En resumen, me trataron como si me conocieran de toda la vida y cosas como esas se agradecen cuando estás lejos de casa J Presiento que va a ser un buen año!